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Dreamer, el secreto de vivir soñando...

Ciudad de ensueño...

Ciudad de ensueño...

Todo pasaría como dicen esas metáforas usadas, bastaba con esperar uno o cientos de días para que la memoria aflojara la mordida. La ciudad estaba allí, sólo debía nombrársela o dibujarla en un papelito: los faroles tras la niebla, el río helado pasando debajo de los puentes. He aquí Montparnasse Sacre Coeur erigiéndose entre las calesitas que giran, las tiendas sucias y desordenadas llevándote a empujones, y será el invierno esta estación, en el metro una japonesa —delicadísima— llora sin un gesto, los labios definitivamente rojos se mojan entre los anuncios de esa otra estación, la que llega el metro atiborrado de postales, si nos hubiéramos perdido desde hace rato quedaría más que sombra, unos pocos grados con qué nombrar al frío. Abrimos este fondo largo cansancio de añorar esos puentes iluminados en la noche, ahora sé de las ciudades que se desean como a los amantes, estas latitudes que no logran vencer luz alguna. Me enamoré de ti a la vez que me desenamoraba. Volveré a ti, a tu vida, a tu magia, a tus calles. Probablemente solo, pero quizás me sirva para reencontrarme...

2 comentarios

Carlitos -

Sí, realmente creo que no hay otro destino posible, quizás no para reencontrarme pues creo que viviendo en soledad ya estoy teniendo demasiado tiempo para entenderme a mi mismo. Pero sí para volver a soñar, me enamoré de una ciudad, así es, pero como le pasaría a cualquier otro soñador porqué en París se respira vida, magia, cultura, amor (a pesar de todo). Y sí que volveré, creo que se merece una segunda oportunidad. Solo?, pues lo he estado meditando y realmente no quiero ir solo, y si así tiene que ser deberá esperar a una mejor ocasión. Me he dado cuenta de que ni la ciudad ni yo merecemos otro reencuentro en soledad, porqué solo ya fui una vez y no fue el momento que debió ser. Seguirme en la búsqueda?, no, no quiero que me sigas, quiero que camines a mi lado, que marques mi paso, mejor hacer juntos el trayecto, seguro que así compartiremos el momento de lágrimas y sonrisas y nunca llegaremos tarde. Yo también quiero darte las gracias por cada momento, sin duda especiales, diferentes, a veces incluso más de lo que quisiera... ;) Un beso grande Rebekita...

Rebeca -

Muchas veces más vale solo que mal acompañado y más aun si el destino es una ciudad de la que te hubiese gustado disfrutar más y de la que no guardas muy buen recuerdo. La verdad es que tu elección es acertada, una ciudad llena de magia, luz, color, vida, ensueño, gente que se busca entre magníficos lugares que en ningún otro sitio se podrían encontrar. Volverás, seguro, tu no eres de esas personas que se resignan a pasar página sin hacer lo que desean, lo que realmente quieren hacer. En el tiempo que he tenido la oportunidad de pasar contigo he podido conocerte, mejor o peor, pero sea como sea lo que si he sacado en claro es que vives cada momento como si fuese el último, intentando aprovechar al máximo cada situación, cada persona, cada lugar... por eso se que tu reencuentro contigo mismo no puede sino hacerte mejor persona, si cabe, y darte a conocer que vales muchisimo y que la gente que te conoce no puede hacer otra cosa que quererte y extrañarte. Por mucha que sea la distancia que nos separe, mi corazón volará contigo hasta el infinito, porque te lo has ganado con cada palabra, cada gesto, cada mirada, cada sonrisa... con tu presencia al fin y al cabo, ya sea en carne y hueso o virtualmente, siempre has estado ahí, así que yo ya te encontré y no pienso dejarte perder. Ahora te toca a ti... reencontrarte y ver que sigues siendo tu y que puedes hacer cuanto te propongas. Si necesitas ayuda en tu búsqueda dímelo... te seguiré encantada y juntos encontraremos a esa persona que andas buscando, ese rayito de luz que ilumina muchas caras con una sonrisa, tú.


Besos, Rebeca