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Dreamer, el secreto de vivir soñando...

DESánimos...

DESánimos...

Hoy es uno de esos días (y van unos cuantos ya), en que nada es lo que parece, o nada resulta ser lo que debía ser, casi nada cumple las expectativas (ni siquiera el objetivo). Hoy es uno de esos días en el que el fin no está justificando los medios.

Siento como si me hubiesen arrancado los sueños, o como si los hubiesen cambiado de nombre para que nunca más pudiese volver a encontrarlos.

Mi vida empieza a ser una pirámide invertida, en la que a medida que pasa el tiempo y voy escalando, la cúspide va quedando abajo. El otro día di un salto para rozar la cumbre, y ahí estaba yo, en la inmensa base de mi pirámide invertida, sintiendo que había llegado a una cima que nadie más había buscado, y que ni siquiera mi gente había podido seguirme hasta ahí.

No sé, supongo que las incertidumbres hacen descarrilar mi rumbo, los objetivos se ven distorsionados y demasiado a lo lejos. hay demasiadas cosas andando al filo de la navaja, esperando moverse cuando la cuchilla empieza a desgarrarles las carnes. Y eso es muy difícil de llevar...

Supongo que me cuesta entender todo ese presente que me envuelve porque soy impaciente, me gusta darlo todo, el olor a riesgo, creer en algo e ir a por ello (y sin duda recibir resultados), luchar por algo que aunque incierto...indudablemente tiene buena pinta. Pero el estancamiento es algo que va desgastando el alma. Y ni personal, ni profesionalmente esto tiene pinta de acabarse...

Hoy mi tiempo de reformas empieza a agotarse (al menos hoy lo siento así), la arena del reloj se ha humedecido con tanta lágrima hasta el punto de dejar de contar las horas, las olas de mis poemas ya no llegan a mojar mis pies, e incluso el sonido de mis fantasías empieza a estar desafinado.

Supongo que tanto sueño no estaba justificado...quimeras, quimeras, quimeras...

Me arranco el corazón y ni siquiera duele porqué está empezando a dejar de latir. Lo analizo y lo encuentro dividido en dos partes, a la izquierda un gran rótulo reza SENSACIONES, lo desgarro y de él empiezan a brotar recuerdos, momentos, músicas, aromas, sentimientos, besos y palabras, palabras que la intensa lluvia de la otra noche parece haber arrastrado consigo.

Al lado derecho otro rótulo, REALIDADES: Tras abrirle una brecha de punta a punta espero con ansia que me brinde alguna sorpresa. Pero esta nunca llega, porqué dentro no hay nada, está vacío. Me siento como ese niño que tras esperar un regalo impacientemente al abrirlo descubre que no hay nada en su interior. Ni siquiera aire, que tan bien vendría en los tiempos que corren.

Fragilidad no sé si es la palabra... pero hoy siento algo parecido. Tengo la sensación de flotar, dejándome llevar por cualquier viento de media tarde.. que amenaza con romperme. Esta tarde casi no era capaz de salir de mi habitación. Es como si de un modo u otro, todo me afectara de forma especial, y no me siento con fuerzas...

También me cuesta traer a la mente palabras a las que dar forma, para poderlas plasmar aquí. Así que... sacaré las pompas de jabón, y soplaré fuerte... disfrutando de los segundos que permanezcan en el aire, hasta desaparecer ante el mínimo roce. Al fin y al cabo, siempre escuché decir, que los buenos momentos no duran mucho, pero permanecen para siempre en nuestra memoria.

Así que, espero mañana despertarme con más ánimos, con ganas de seguir con todo lo que me rodea, y dejaré de tener esta sensación de burbuja transparente, que quiere pasar inadvertida al menos por unas horas.

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