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Dreamer, el secreto de vivir soñando...

Regresando...

Regresando...

Tras los altibajos que provoca la distancia en el espíritu, y cogido a sol y sombra de la mano de la soledad, uno se acuesta y se levanta un poco más místico si cabe.

Y las preguntas son más frecuentes y las respuestas más claras.

Y lo que parecían ser nuves borrascosas, empiezan a disiparse con el paso de los dias aclarando un poco más todo el panorama que parecía de un negro longevo.

Los cabos empiezan a atarse por si solos y el deshielo empieza a suceder en el sendero que marca mi nuevo camino.

La vuelta a casa es inminente, la vuelta a mi sitio, con mi gente. La aventura empieza a tocar a su fín. Quizás de forma prematura, pero cada cosa en la vida tiene su momento, y hoy mi momento sin ella no existe. La única conclusión clara y factible de todo esto es que no sé vivir sin ella, con lo cual el resto de decisiones son meramente circunstanciales.

Empiezo un camino de su mano, y volviendo a coger manos que la distancia hizo extrañas al tacto. Sentiré olores que creía perdidos, voces que me costará reconocer...Pero sobretodo emprenderé una nueva ilusión, una nueva historia (esta vez sí), de amor, supongo que algún día debía llegar este momento...

Y sin vacilar ni un segundo puedo afirmar con el alma abierta de par en par, que no podría haber deseado mejor compañera para este nuevo viaje que tú.

Te quiero mi princesa...Y a todos los demás, gracias por esperarme...

1 comentario

Rebeca -

La verdad es que sí, hay veces que las cosas llegan de un día para otro y tomamos decisiones que quizás parezcan prematuras, pero que pueden ser las mejores que jamás hayamos tomado. Te aseguro que te daré la mano durante el resto de nuestras vidas, te acompañaré en tu camino sea cual sea la dirección que tomes, y estaré siempre contigo vayas donde vayas.

Las compañias no se eligen, eso lo sabemos, pero como tú bien has dicho... si yo soy de ti la mejor compañera que podrías desear, tú eres de mi la mejor parte de mi vida desde hace más de un año. Me has enseñado muchísimas cosas y has creado en mi una dependencia que jamás había tenido, será que ha sido contigo con quien he descubierto el amor y todo lo que ello conlleva, pues te siento tan mío como mi propio ser. Te espero deseosa de volver a estrecharte entre mis brazos, de sentir el latir de tu corazón sobre mi pecho y de que me quieras en distancias cortas que nunca más se vuelvan a hacer infinitas.

Te Quiero mi vida, los días se restan para volvernos a juntar y al mismo tiempo se suman en nuestra magnífica historia, uno menos y uno más...

Te Amo, Rebeca