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Dreamer, el secreto de vivir soñando...

Envejeciendo...

Envejeciendo...

Un año más colgado a las espaldas, y empieza a pesar sabiéndose ya un cuarto de siglo. Supongo que es una cifra para meditar, para hacer balance, con un tercio del camino recorrido y una de mis tres vidas extinguida es momento de valorarme, de saber y ver qué soy y qué no soy, qué he dejado de ser o cuántas de mis aspiraciones se han quedado por el camino.

En términos generales soy feliz, lo he sido en el pasado y lo soy en el presente. He tratado siempre de ser justo con mi entorno a todos los niveles, y aunque en algunas cosas siempre se puede estar mejor, en otras no puedo pedir más ya que en los últimos tiempos el destino me ha traído los mejores trozos de tarta.

A estas alturas podría decir que trato de ser buena persona, y aunque últimamente el vendaval de cambios y movimientos han agitado un poco mi ya de por sí fuerte carácter, desde hoy trato de tomarme todo con filosofía, de vivir despacio, de saborear el último trago de cada momento, y de vivir la vida de otra manera…Y es que la inercia comenzaba a arrastrarme tras sus constantes cambios.

El último año creo que ha sido productivo, he crecido a todos los niveles, hoy me siento más fuerte. Atrás dejo sonrisas y lágrimas, triunfos y fracasos, recompensas, pérdidas, alegrías y decepciones en forma de mejor amigo, pero el tiempo no detendrá sus agujas, todo sigue y debemos estar preparados para todo.

Cerré los ojos y de repente me desperté con su sonrisa sobre mí. Y sí, fue la primera en felicitarme... y me sentí feliz de que así fuese, y me sentí feliz también, de sentirme feliz.

Hoy me desperté un año más viejo, y sentí que juntos empezábamos de nuevo. Hoy fue como el despertar de una nueva vida, no sólo para mí, sino también para ella, y supe que el tiempo de soledad no es malo, sino terapéutico. Hoy desperté con las ideas más claras, con las confusiones más difusas y con una sola certeza: ella me es imprescindible, al menos para ser feliz.

Hoy me siento más alegre y ubicado en el mundo real, hoy ya no necesito caretas. Se acabaron las incertidumbres, los cambios, se acabó la transición. Un día después de la guerra te tomaré entre mis brazos y haremos el amor, si es que después de la guerra tengo brazos y si es que aún, existe el amor.

Te amo mi princesa…

P.D. - Gracias hermanita (y David) por los regalos, y por esa boda tan especial. Te quiero. Gracias a los que me felicitaron, a los que me esperaron, a los que guardaron mi hueco en sus vidas, en sus corazones. Gracias a los que quedan atrás y que tanto me ayudaron a crecer. Un año más viejo, un año más sabio. He vuelto a casa, y por primera vez en mucho tiempo sin billete de vuelta.

Eso de cumplir años debería ser materia obligatoria en la escuela. No hay un manual que te diga la mejor manera de cumplirlos y de -en caso de que se requiera- festejarlos. Así que está decidido: éste es el último año que cumplo.

1 comentario

Rebeca -

Los 25 han llegado para ti y a mi me estan esperando a la vuelta de 17 días, nada y menos si nos basamos en lo rápido que pasa el tiempo.

Me alegro de haber vivido ese día contigo, aunque hubiese ratitos buenos y otros no tanto, tengo un recuerdo especial, así como de los tantos momentos compartidos. Se que resulta duro separarse de las cosas que llevas viendo durante tanto tiempo, a mi también me hubiese resultado difícil. Aun y así celebro que diéses ese paso y que estes junto a mi, en tus 25 y en los próximos 100 para poder compartir experiencias, momentos en família, risas y lágrimas, jugar una partida a algun juego al que no jugábamos desde niños, pintar las paredes de una habitación para reflejar una nueva etapa, salir a correr y que me ganes como siempre o simplemente estar tumbados el uno junto al otro sin nada más que nuestros corazones latiendo y un bol de sentimientos que nos llene para siempre.

Muchas Felicidades mi ángel... Te Quiero