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Dreamer, el secreto de vivir soñando...

Puzzle...

Puzzle...

Esta la coloco aquí. Y esta aquí. Casi está. No, espera: hay que sacar esa y poner esta otra en su lugar. Sí, así está bien.

Vas colocando piezas hasta formar un todo con entidad propia. Te equivocas. Sacas una pieza. Pruebas con otra. El resultado no es el que buscas. Desmontas una parte. La vuelves a colocar. Refunfuñas.

Y eso es precisamente la vida. Un continuo movimiento de piezas.

Ahora muevo la sal de la vida, para este lado. Los lamentos que me anclan al pasado, esos, los dejo en esta zona, junto al enfado. Tengo en mis dedos el arrepentimiento, que es sincero y lo quiero aquí cerca de la sinceridad. La envidia, aunque pequeña, también existe. Es esta pieza. La dejo entre el orgullo y el egocentrismo. El odio, la bondad... El amor que no te encaja porqué es demasiado grande y te descuadra el puzzle.

Tantas y tantas piezas; pequeñas, grandes, cuadradas, octogonales, con aristas, sin ellas, las muevo una y otra vez buscando un equilibrio que a veces sí encuentro. Y avanzo.

2 comentarios

Carlitos -

Sí Maite, a pesar de los años (muchos ya), y a pesar de que hemos crecido y nuestras vidas han dado varias vueltas de campana, seguimos ahí, al pie del cañon. Con la mochila llena de buenos recuerdos y las manos siempre preparadas para tirar del otro, me alegra haber podido compartir una amistad a ese nivel. Hemos compartido sueños y formas de ver la vida, y no olvides que en mi sueño siempre habrá un hueco reservado para ti. Me alegra ver un comentario tuyo por aquí, espero verte a menudo. Aunque lo de dormir juntos no lo veo tan claro, ¡eh alonso!, jajaja...

maite -

Sí, hemos llegado a los veintitantos y muchas veces me dan ganas de volver atrás, a las salidas con los amigos, a los piques, a las historias entrecruzadas que hacían mi vida rara a la vez que apasionante... Pero nos hemos hecho mayores y atrás han quedado muchas cosas. Tú no. Y de eso estoy orgullosa, de que sigas ocupando un lugar en mi corazón y mi mente casi cada día (no sólo cuando me siento sola). Seguirás siendo esa pieza que he logrado encajar en mi puzzle, porque tú me has dejado. Gracias por estar aquí, aunque nos separe el mar. Sabes que te quiero mucho. Los sueños, como bien dices en tu blog, son los que nos mantienen vivos. Podemos soñar con otra personas, pero lo más bonito es soñar junto a otra persona. Ya no ronco, jeje! Así que a ver si dormimos juntos pronto. Un beso muy grande Carlos. Te quiero un montón!!!Ya lo sabes