Improvisando...
Veo toda mi vida alrededor, como si yo no existiera. Elementos que se suman y se restan a ella sin que yo tenga que conceder permiso para su entrada. Y es que yo no existo: somos dos. Descanso mi rostro contra el cristal y me veo caminando las frías calles contigo de la mano. Voy respirando y acelerando el paso, a ver si vas tras de mi... como una escena de El viaje de Chihiro, corre sin mirar hacia atrás, guarda tu nombre ahora, ahora que quiero ser yo mismo y olvidarme del camino. Ya se mueve este vagón. Mi destino se va alejando poco a poco y parto de vuelta a mi origen... volver como volvió el tiempo a mi reloj... voy cantando. Y este tren se va quedando vacío.
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