El dilema del erizo...
"Un erizo quiere acercarse a sus amigos, quiere que se preocupen por él y lo comprendan, pero mientras más se acerque, más los dañara."
Esta difinición alude a la relación con los demás, con los amigos, no sólo la relación de pareja o íntima que puede desprenderse de esta otra: "Cuanto más se aman y más intentan acercarse dos personas, más se dañan". Muchos hemos pasado por el dilema del erizo, hemos pasado por el miedo a ser heridos por los demás o a quedarnos solos. Así, durante esta etapa, nos volvemos retraídos, tímidos donde entendemos que la única manera de no ser lastimados es hacer todo lo que se nos dice para evitar que los demás se enfaden, porque este enfado haría que estas personas se fueran de nuestro lado, haciendo nuestra soledad más grande.
Y aquí la comparación con el erizo: ante este miedo, decidimos alejarnos de los demás, pues este vacío interno que nos queda nos lleva a pensar que valemos muy poco y si intentamos acercarnos a alguien, éste terminará siendo dañado tarde o temprano.
Unos pasamos antes esta etapa que otros, algunos la superan y algunos no... Y es que todos pasamos por situaciones en la vida donde el dolor es tan grande que decidimos huir de ello porque es la única manera que tenemos de combatirlo. Todos hemos decidido huir de ese dolor y no somos capaces de aceptar ese hecho porque sería revivir ese dolor. Quizá lo que deberíamos hacer es detenernos un momento y ser capaces de ver que no podemos estar huyendo todo el tiempo o vivir con el temor de quedarnos solos. La vida es un riesgo, hay que aprender a vivir aceptando lo bueno y lo malo que nos pueda dar.
0 comentarios