Otro día...
El cielo sigue llorando. Oigo como la lluvia furiosa golpea los cristales de mi ventana. Mientras, mis ojos hacen apuestas a la gota que más resbala en el cristal. Deseando siempre que sea la tuya.
Mis dedos juegan incansables con mi pelo y mis pies marcan el ritmo de una canción.
Otro dia más, otro día menos, mientras mi taza de sueños me acompaña una vez más.
Una sonrisa nerviosa sorprende mis sentidos, supongo que debo reír, no quiero perderte, pero tú has elegido ya...
En la alborada de los sueños esperaré, con mi ritmo de vida frenético, a que tú voz me diga que debo volver a tu lado...
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