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Dreamer, el secreto de vivir soñando...

Zapatillas de búfalo...

Zapatillas de búfalo...

Cajas amontonadas, vacíos externos e internos, lágrimas, recuerdos que se descuelgan de cada pared, de cada rincón...

El torbellino de incertidumbres que se avecinaba sobre mi calma empieza a tornarse huracán, un huracán de hechos, de despedida, sin tiempo para que el dolor se asiente, de repente dejaré de ser lo que llevo siendo los dos últimos años de mi vida. Un animador...

Una época única en mi vida, para lo bueno y para lo malo, dejaré de reir con extraños, de ser la estrella, de hacer el ridículo, de subir y bajar por antojo de otros, de compartir experiencias en un ambiente de eterna felicidad, dejaré mis momentos tristes de soledad, y tampoco volveré a tenerla para que me aconseje y me ayude a encontrarme...

La estrella se aleja y deja de brillar en mi vida, la estrella de Iberostar, la que me ha acompañado todo este tiempo. Y sigo como siempre la estrella del destino, la de los cambios, la eterna en mi vida.

Y cada rincón es un recuerdo...Como esas zapatillas de búfalo que me han acompañado por infinidad de lugares, a lo largo del tiempo, siendo testigos de llantos y risas, de momentos buenos y malos, me han visto crecer. Pero paso página, y muchas cosas quedarán atrás...Gente, lugares, situaciones...y como símbolo, las zapatillas de búfalo que aúnan el desamparo de una despedida.

Cuelgo mi nariz de payaso, los guiones y los ensayos, dejo mis caracteres colgados del perchero y digo adiós a los Danny, Tony Manero, Michaela Flatley, y a mi clown particular...Aunque creo que todos ellos me acompañarán siempre...

Gracias a todos y a todo por este tiempo, os llevaré siempre en el corazón pues estas lágrimas llevan vuestro nombre. Gracias Tenerife, te quiero...

1 comentario

Rebeca -

Leyendo esto me doy cuenta de lo mucho que has dejado atrás, de los momentos que no volveras a vivir y de la tristeza que debe haberte producido el renunciar a tu vida allí, en esa tierra que tanto encanto tiene y que tanto te ha arropado durante este tiempo.

Me da pena pensar que no volveras a vestirte de payaso, que no tendras más buenos momentos haciendo de Travolta, que no oiré tus gritos en el escenario o que no me llamarás al backstage para darme un beso a escondidas. Se que no soy el único motivo de tu vuelta, pero aun así siento mi parte de culpa al haberte arrancado de tu sitio, de tu vida, de tu gente. Me encantaria poderte dar todo lo que te haga feliz, compensarte esa pérdida tan repentina, hacer de tu vuelta una etapa lo más llevadera posible y provocarte una sonrisa cada vez que nos miremos a los ojos. Quiero que sepas que, a pesar de este dolor por tu dolor, estoy encantada de tenerte aquí, para siempre.

Siempre que algo te ronde por la cabeza, siempre que tengas un problema, siempre que quieras... estaré donde tú me necesites.

Te Quiero mi vida, Rebeca