Un año más...
Se acabó. Cerró la puerta y tras él se fue todo el calendario. Y aquí me quedo yo, recibiendo al nuevo inquilino, estableciendo las condiciones y recibiendo la primera señal para que no le roben ningún día. Algo más de una veintena de inquilinos se alojan ya a mis espaldas y parece que tuviera ya toda la experiencia del mundo en mi trato con ellos. Pues no es así: 2004 fue un trato redondo, 2005 parecía perfecto y acabó marchándose por la puerta de atrás rebosante de lágrimas... Parece que los controlas, siempre lo parece, pero al final siempre aparece la letra pequeña.
He decidido dejar de destruir y de edificar sobre los restos y construir a ras del suelo. Empezaré por las zonas más afectadas y nada de reconstrucciones. Es una decisión, no un propósito porque los propósitos nunca se cumplen y esta decisión espero cumplirla.
¡Feliz año nuevo!, y con este ya van 23. El tiempo se me escurre como arena de las manos...¿Y a ti?
Todavía me quedan algunas cajas llenas de bártulos en mi cambio de vida...Cuidado no vayais a tropezar.
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