Soplando velas...
Un año más, muchos más pasos andados hacía delante y más vertigo al mirar hacia atrás. Un año después con una vida girada en 180º. Decisiones acertadas y erróneas, proyectos, decepciones y nuevas ilusiones.
Un olor a tarta de cumpleaños llena mi vida, y tras unos dias de ensueño, una vez más debo dejar atrás mi sitio, mi gente, mi vida...
Me veo pequeño, ansioso, esperando con ojos de ilusión la llegada de ese gran día. La mejor ropa para ir al cole, el repartir caramelos entre los compañeros, ser el protagonista. La fiesta, los regalos, las risas, juegos, el pastel...Y sin comerlo ni beberlo...
¡CHAS! - Felicidades Carlos!!! Y ya van 24 primaveras, cuanto más intento valorar la vida más rápido la veo pasar ante mis ojos. Ya no pido deseos, todo es demasiado efímero y este corazón ya ha sufrido bastante. Ya no pido nada, simplemente regalo mis sentimientos, sin esperar nada a cambio.
No puedo pedir ese deseo, en parte porqué ya lo he pedido a gritos sordos.
Quisiera atarme a tus pies como nudos de cereza y saber a dónde irás ahora que ya no iré contigo. Quisiera compartir espalda con tu sombra y poder abrazarte mientras tomas este sol que huele a vida, tan alejado del mío. Quisiera que en un verso urgente me dijeras te quiero por primera vez, y con sabor a despedida.
Para mi efímero y presente cumpleaños, tú eres mi capricho de un dólar...
Aunque, en mi perpetua ingenuidad, sé que no podrá llegar a ser...
Gracias a todos por este maravilloso tiempo.
1 comentario
Rebeca -