Eclipse...
Comenzó comiéndose las esquinitas de sus rayos más débiles, besando sus cálidos brillos, y él fue apagándose ante su plateada presencia, obligándose a ocupar un segundo plano a plena luz del día. Acabó devorándolo por completo.
Ella fue ocupando su lugar, harta de ser siempre un mero reflejo, una rajita de melón, de cruzarse y no encontrarse, de estar siempre a oscuras, de la conversación de las estrellas...
Aunque sólo han sido unos segundos, ha brillado con luz ’propia’ hasta volver a desvanecerse en plata. Él ha despertado de su momentánea narcolepsia y ha retomado su rutina. La próxima vez será él quien charle con la noche...
Me encantan los romances bajo la luz de un eclipse... cuando el día y la noche se encuentran... y todos nos enamoramos...
2 comentarios
Carlitos -
Rebeca -
Tu amiga para siempre, haya o no eclipse, Rebeca