Floreciendo...
Y con tu visita nació la primavera...
Vuelve la estación del amor, es el momento en el que las flores vuelven a nacer al mundo, la estación de los diluvios instantáneos, de los aromas múltiples a vida, crece el verde por encima de todo, la belleza se multiplica, los ruiseñores afinan sus gargantas mientras que el deshielo ivernal va abriéndose paso con sus aguas en señal de vida...
Y tu llegada el pasado Domingo ha tenido el mismo sentido en mi existencia, como tantas otras veces, aunque en esta ocasión incrementado si cabe por el factor sorpresa. Han vuelto a florecer muchas cosas que parecían muertas, o cuanto menos sepultadas bajo el frío hielo del, ya demasiado, largo período ivernal.
Contigo han vuelto a nacer las sonrisas, la alegría y la ilusión de vivir cada día, ha vuelto la pasión más roja que nunca y el verde de la esperanza ha teñido todas las facetas de mi vida.
Un viaje en silencio y una conversación de móvil más cercana de lo previsto y...CHAS!, de repente ahí estabas, como tanto deseaba, como tatas veces había soñado, y el mundo negro cambia de un día para otro su curso, volviéndose un mundo de colores, aromas, un mundo de sentidos, de sensaciones y realidades, el mundo que soñé...
“El día que nuestros ojos nos perdieron, el llanto no fue el suficiente para la dicha al volverte a ver”
Este año la primavera ha nacido dos veces en mi vida.
Te amo mi princesa...
1 comentario
Rebeca -
Sé que nunca me hubieras creído capaz de hacer algo así, que siempre has pensado que lo racional en mi cubre mis sentimientos, pero quería que supieras que, gracias a ti, al tiempo, a mil besos y a mil palabras, esa Rebeca que conociste un día de invierno volvió a recuperar aquellos toques de locura perdidos...unos toques de locura que la hacen ver la vida de colores, vivos y brillantes siempre que esté contigo.
Volvería a repetir mi aventura de ese domingo que decidí ir en tu encuentro... un avión con retraso, una guagua averiada, un guiri pesado y un buen chofer que me llevó hasta tu puerta... una llegada silenciosa y una llamada de lo más normal hasta que te cruzaste entre una columna y yo. Fué entonces cuando te giraste y nuestros ojos volvieron a brillar como no lo hacían desde la última vez que nos vimos.
Gracias por hacerme sentir de nuevo como en un cuento de hadas en el que nosotros somos los protagonistas y en el que las cosas van cogiendo una forma cada vez más clara ante todo y ante todos.
Te quiero en mi vida para poder seguir viviéndola, pues no la imagino de ningun otro modo.
Te Quiero mi angel...