Aprendiendo a volar...
De forma casi inconsciente vamos marcando unas prioridades determinadas en cada etapa de nuestra vida. Miramos a nuestro alrededor y flotando.. todo lo que nos rodea: familia, amigos, trabajo, estudios, ilusiones, sueños, metas...
A veces somos nosotros mismos los que distribuímos estas categorías, otras veces algo sucede de pronto (¿quizás el destino?), que te hace plantearte todo, y sin apenas darte cuenta tus prioridades son otras. Esto no quiere decir que de buenas a primeras el resto pase a un segundo plano, o se le de menos importancia... simplemente hay algo que se convierte en necesario, y ni siquiera estando completamente seguro del motivo.
Ya sé que soy indeciso, y que a veces me pierdo en mí mismo intentando encontrar respuestas a preguntas inventadas, preguntas que nadie más ve, pero bueno, nadie dijo que fuera a ser fácil.
Pero es cierto que decidiendo quedarme aquí (aunque sólo sea por un tiempo), he tomado una decisión y voy a buscar toda la fuerza necesaria para cumplirla. Quizás mi lista de prioridades ha cambiado hoy en cierto modo. Y así será hasta nuevo aviso.
Por lo que ha quedado atrás de esta decisión, lo mejor de mi vida, guardadme el hueco.
Aún nos queda mucho por volar...
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